Probablemente la obturación sea la operatoria más frecuente en el gabinete dental.
Por tanto, poca cosa hay que aportar a una técnica tan habitual, pero sí que me gustaría incidir en materiales y aspectos que pueden ayudar cuando la situación es más compleja.
En cáries profundas y extensas es imprescindible conservar la máxima porción de tejido sano. Actualmente existen en el mercado fresas cerámicas que sólo son abrasivas en tejido careado e inactivas en tejido sano. También se puede utilizar en estos casos el detector de caries que tiñe el tejido dañado para servir de referencia al eliminarlo.
Asimismo se dispone de fresas para técnicas precisas, mínimamente invasivas con diseños "micro" en su parte activa y cuellos largos para mejor visión de la zona, cuando la pretensión es eliminar pequeñas porciones de tejido dañado.
Cuando nos encontramos con vaciados muy profundos, aparte de utilizar protectores de base, se debe utilizar un adhesivo desensibilizante, como p.ej. SE Bond o Protect Bond de la firma Kuraray.
Es precisamente la adhesión, por ser la unión marginal del composite a la pieza, la fase más crítica y que puede presentar más problemas a largo plazo.
Los adhesivos, actualmente muy avanzados, nos ofrecen niveles de adhesión (expresados en Mpa) suficientes para una unión duradera. Así el exito no se relaciona tanto con la cantidad de Mpa, sino con el tipo de adhesivo y su capacidad para resistir en el tiempo.
Actualmente los adhesivos basados en el monómero MDP tienen una capacidad superior de resistencia, tanto a la hidrólisis como a otras agresiones del medio bucal. Estas consideraciones quedan desarrolladas más a fondo en el apartado de adhesivos.
La obturación en sí, queda sujeta al gusto particular sobre el tacto del composite, dureza, resistencia a la abrasión, estética, reproducción de la anatomía original, etc...
La última novedad en este campo es la resina infiltrativa Icon, para sellar y reparar las caries en su estado incipiente, cuando sólo afectan a la estructura del esmalte.